Todos los coches nuevos serán eléctricos o de hidrógeno
La Comisión Europea ha hecho público hoy su paquete de medidas “Fit for 55”. Se trata de un conjunto de propuestas destinadas a que Europa alcance la neutralidad carbono al horizonte 2050.
Entre esas medidas nos encontramos con la voluntad de obligar los fabricantes de automóviles a reducir las emisiones de CO₂ de sus coches nuevos y furgonetas en un 55% a partir de 2030 con respecto a los niveles de 2021 y que sean equivalentes a cero a partir de 2035.
En la práctica equivale a prohibir la venta de coches gasolina y diésel tal y como los conocemos actualmente a partir de 2035. Una reducción del 55 % con respecto a 2021 de las emisiones de CO₂ en la media de los coches equivale a tener unas emisiones media por coche de 45,5 g/km.
Es decir, equivale a un consumo medio inferior a los 2 l/100 km en un motor gasolina y una media inferior a lso 1,7 l/100 km en un diésel. Un consumo medio imposible de alcanzar sin una fuerte y seria electrificación del coche. Dicho de otro modo, sería tal la inversión para lograrlo que es más rentable proponer un coche eléctrico, ya sea de batería o de pila de combustible de hidrógeno.
De momento, no se contempla la prohibición o el veto a nivel europeo de los coches con motores de combustión, pero es algo que sería posible a nivel nacional de cada país.
La Comisión Europea propone también, para facilitar el despliegue masivo de vehículos eléctricos, la obligación a los Estados miembros que garanticen la instalación de puntos de recarga eléctrica cada 60 km a lo largo de las carrteras del Trans-European Transport Network (TEN-T), es decir, las principales y más concurridas carreteras del continente. Estos puntos de recarga serían de una potencia total de 300 kW en 2025 y pasar a ser de 600 kW en 2030.
Además, se prevé también la instalación de puntos de carga para camiones eléctricos a lo largo de la TEN-T de una potencia de 1.400 kW en 2025 y 3.500 kW en 2030, así como en todos los parkings vigilados exclusivos para camiones que hay en las carreteras del TEN-T.
Los puntos de recarga de hidrógeno tendrán que estar disponibles con un intervalo máximo de 150 km al horizonte 2030 en los grandes ejes de circulación del continente. Además, deberán instalarse hidrogeneras en todos los nodos urbanos para abastecer tanto los camiones de gran recorrido como las furgonetas.
Las medidas para reducir la huella de carbono de Europa no se aplican solo al transporte terrestre, también se menciona la necesidad para el transporte aéreo y marítimo de ir adoptando progresivamente combustibles alternativos. Por otra parte, la Comisión Europea propone una reforma del mercado de carbono, así como el objetivo de alcanzar un 40% de energías renovables para el año 2030 en todo el continente.
Cabe recordar que de momento son propuestas de la Comisión Europea, la cual deberá ahora negociar con los 27 estados miembros de la Unión y con el Parlamento Europeo la aprobación de estas medidas, así como la transposición a las normativas y leyes nacionales de los países miembros. Es un proceso de negociación que se prevé especialmente complicado.
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